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viernes, 12 de septiembre de 2014

Celine Dion: ¿una voz para adorar o para odiar?

Erase una vez una cantante que consiguió hacerse famosa en todo el mundo a pesar de ser canadiense.

Celine Dion es una de las estrellas de la canción que tiene al mismo tiempo un mayor número de fans incondicionales pero también una auténtica legión de detractores, sobre todo entre las filas de los críticos musicales. ¿Cómo puede suceder esto?

Desde luego su calidad y su pericia como vocalista están fuera de toda duda. Esto es lo que la ha convertido durante años en una especia de standard de la calidad vocal, algo similar a lo sucedido con Mariah Carey, Whitney Houston o, anteriormente, con Barbra Streisand, con todas las cuales se la ha comparado a menudo.Sus fans te dirán que las críticas provienen de la envidia y de la costumbre de muchos críticos de despreciar todo aquello que huela a éxito comercial.

Algo de eso puede haber, pero también hay muchos que acusan a la cantante de falta de gusto, de abusar de las piruetas vocales y de ejercer un sentimentalismo barato.
A mí me parece difícil pretender establecer ese límite a partir del cual el uso de los recursos expresivos a la hora de cantar se convierten en algo forzado, una mera "exhibición" de las capacidades vocales. Son los oyentes, cada uno con su sensibilidad, quienes deben juzgar si lo que están oyendo les gusta o les emociona más o menos.

El mundillo de la música pop y sobre todo el rock se mueve según unas normas no escritas de imagen y de actitud, muchas de las cuales rompe abiertamente la buena de Celine con su aspecto de ama de casa y su sentimentalismo (barato o no). Esto diría yo que es lo que menos se le perdona a la cantante (parecer demasiado "buena chica").


A mí Celine Dion me gusta en pequeñas dosis y sobre todo cuando canta en el idioma que mejor domina, que es el francés.
En líneas generales me parece que tiene un dominio de la voz impresionante, con una gran solidez en el apoyo, un timbre propio muy reconocible y un registro muy amplio. Entre los peros, me parece que abusa a veces de los melismas y de los quejidos (estilo yodel), y que en los tonos altos a veces me suena demasiado nasal. 

También me parece que ha sido siempre demasiado conservadora a la hora de elegir repertorio y productores, y eso hace que su música suena a veces demasiado convencional y previsible. Pero todas estas críticas hay que relativizarlas si tenemos en cuenta los millones y millones de discos vendidos.


En el siguiente video se atreve en vivo con un tema de ACDC, y hay que reconocer que lo defiende sin ningún problema, incluso frente a Anastacia, que tiene un perfil de voz mucho más cercano al rock. Lo que no se salvan aquí son el estilismo y sus movimientos sobre el escenario.




En las baladitas sentimentales se siente mucho más cómoda y es donde ha alcanzado sus mayores y merecidos éxitos.
Este tema se grabó para la película "Sleepless in Seattle". Su compañero de dúo aquí es Clive Griffin, un cantante inglés muy agradable del que poco más hemos sabido.



El éxito profesional de Celine Dion es aún más impresionante si tenemos en cuenta las numerosas veces que la artista se ha tomado descansos, a veces de varios años, para volcarse en su vida personal.

En los últimos años su trabajo se ha centrado en realizar actuaciones en vivo de forma permanente en Las Vegas, donde su éxito es indiscutible. Sin embargo, recientemente manifestó de nuevo su deseo de dejar los escenarios para cuidar de su marido y también manager, René Angélil, enfermo de cáncer. Desde aquí deseamos su pronta recuperación.

Y termino sin poner "My heart will go on", que ya tiene mérito.

viernes, 2 de agosto de 2013

Yodelei-yodelei-yodeleiiooo!

El canto a la tirolesa, más conocido en el mundo entero por su nombre en inglés yodel (jodeln en alemán) es una forma de cantar en la que se cambia brusca y repetidamente la altura tonal de una nota, pasando alternativamente del registro normal al falsete. De esta forma se crea un sonido distintivo grave-agudo-grave-agudo que asociamos al canto tradicional de la zona de los Alpes.

Sin embargo, otras culturas fuera de la vieja Europa han empleado tradicionalmente cantos similares al yodel, como los pigmeos, los zulúes y también en algunas regiones de Persia o Georgia.

El yodel es tan antiguo como que existen referencias desde el siglo XVI. En tiempos más modernos ha ido introduciéndose de alguna manera en la música popular de todo el mundo y especialmente en los Estados Unidos, a través de la influencia de los inmigrantes procedentes de Europa.

En los años 20 surge la figura de Jimmy Rodgers, quien vende medio millón de discos de su "Blue Yodel nº 1"



Entrañable grabación, con la abuela a un lado escuchando la canción mientras tricota en una mecedora.
Jimmy Rodgers, una de las primeras estrellas de la música country, es también conocido con los sobrenombres "The Blue Yodeler" y "The Singing Brakeman"(El Guardafrenos Cantante) y falleció a la prematura edad de 37 años por una tuberculosis.

La influencia de Jimmy Rodgers en la historia música country es enorme y a su imagen surgen cantantes como Gene Autry, que comenzó como cantante de yodel para ir refinándose hacia un estilo crooner, a lo largo de una carrera de cuatro décadas jalonada de éxitos como "Rudolph the red-nosed reindeer", "Santa Claus is coming to town", "Back in the saddle again" o "You are my sunshine".

Gene Autry, también conocido como "The Singing Cowboy", hizo además numerosas películas y es tan poco conocido en Europa como venerado en EEUU, donde le dieron su nombre a un pueblo y todo.


Pero volviendo al tema del yodel, avanzamos hasta los años sesenta y nos encontramos con una simpática canción que hace uso extensivo de esta técnica vocal. Se trata de "The Lonely Goatherd" del musical "The Sound of Music" (Sonrisas y lágrimas) y la versión que os traigo es la de la película interpretada por la adorable, incomparable, sublime (y todos los demás adjetivos que queráis ponerle) Julie Andrews.



La influencia del yodel en los artistas actuales es mucho mayor de lo que podáis pensar. Solo así a bote pronto se me ocurren jodelistas evidentes como Celine Dion o Shakira, pero hay quien ve influencias también en Mariah Carey o Beyonce.


Todas ellas estupendas, pero ninguna reconocería
que hace canción tirolesa.




Pero como siempre se dice, si quieres lo mejor, has de ir a las fuentes, al origen de todo, en este caso a los Alpes Centrales.
Es conocido como el "Rey del Yodel", se llama Franzl Lang y viene de Bavaria. Lo he dejado para el final porque después de escucharle a él, lo de los demás parece una tontería.
Simplemente extraterrestre.



Se admiten comentarios sobre su sombrero, y sobre cualquier otra cosa que se os ocurra.





martes, 27 de noviembre de 2012

La peor cantante del mundo


Aunque todos conocemos a muchas cantantes deplorables, Florence Foster Jenkins es probablemente la persona que más esfuerzos hizo por ganarse el título de "La peor cantante del mundo".

A diferencia de todas esas personas que no cantan nada bien, pero que intentan demostrarlo lo menos posible, ella luchó por convertirse en cantante profesional y forjó un estilo propio basado en la autoparodia, con el cual se paseó por los escenarios durante toda su vida.

Esta americana nacida en Pennsylvania en 1868 provenía de una familia rica y desde niña mostró un gran amor por la música (un amor no correspondido). Al morir su padre heredó una gran fortuna, la cual invirtió en lanzar su carrera de cantante.

En sus recitales no se limitaba a cantar cosas facilitas, sino que se atrevía con un repertorio operístico de Mozart, Verdi o Richard Strauss que evidentemente estaba más allá de su habilidad técnica.
Generalmente se hacía acompañar por un pianista, Cosmé McMoon, de quien consta que ponía caras a la espalda de Jenkins para provocar la risa de los espectadores.

Gracias a Dios se conservan grabaciones en disco de alguno de sus impagables recitales:




Es fácil advertir los errores vocales de Florence Foster Jenkins, pero resulta ciertamente inspiradora su tenacidad. Era tan buena en ser mala que han terminado haciendo hasta una obra de teatro con su historia.

Por otra parte, la opinión que tenemos sobre la calidad vocal de los cantantes contiene un fuerte componente de subjetividad. ¿Quién no tiene filias o fobias, a veces inconfesables, hacia tal o cual artista?
Hoy os propongo que abráis vuestro corazón y deis rienda suelta al crítico musical que lleváis dentro y nos contéis quién o quiénes son esos cantantes a los que os resulta insufrible escuchar.

Y voy a ser yo quien tire la primera piedra y os cuente que nunca he podido escuchar más de cinco segundos de Alejandro Sanz o de Amaya Montero. También Manolo García y su flamenco-pop consiguen ponerme bastante nervioso, la verdad.

Ya hablando de artistas consagrados, las canciones de Serrat están muy bien, pero siendo sinceros, él canta de una forma deplorable, como le pasa a Bob Dylan y su eterno tono lastimero. Y luego están en otra categoría los que cantan empleando grandes alardes técnicos... y un pésimo gusto musical, como (con esto levantaré ampollas) Celine Dion o, (para mí el gran Anticristo), Michael Bolton.

Si no os acordábais de Michael Bolton, ya os traigo yo una foto.


Y ya puestos, entre los artistas consagrados en el terreno clásico, el bueno de Alfredo Krauss nunca ha sido santo de mi devoción, mientras que Ainhoa Arteta me resulta más fría e insípida que la suela del zapato. Para gustos, los colores.

Hala, ahora ya tenéis carnaza, a ver si os estiráis con algún comentario (se admite cualquier crítica, excepto de Jaimina Johnston).