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martes, 1 de febrero de 2022

Grandes álbumes vocales: Donny Hathaway's "Extension of a man"

Estimados seguidores de este humilde blog, comencemos el 2022 con mucho ánimo y buena música. Hoy retomo mi serie de grandes álbumes vocales con uno de los discos que más me gusta revisitar: "Extension of a man".


Este trabajo publicado en el año 1973 es seguramente el pináculo de la carrera de Donny Hathaway, uno de los artistas con mayúsculas de la música soul y probablemente uno de los más infravalorados.

No es muy conocido Donny Hathaway en nuestro país y es una pena porque es un artista que lo tiene todo: genial compositor, extraordinario teclista y gran cantante, con una magnífica voz muy influenciada por el estilo de canto del góspel.



Donny Hathaway tuvo una carrera corta, truncada por desgracia por los problemas mentales que le abocaron finalmente al suicidio, pero tuvo unos cuantos éxitos comerciales, especialmente a través de sus duos con Roberta Flack, como "The closer I get to you" o "Where is the love?".


"Extension of a man" es un disco que lo tiene todo, un auténtico tour de force creativo. Yo lo veo como si Donny se hubiera propuesto dejar claro para todo el mundo que era un auténtico genio de la música.

Y vaya si lo consigue. La variedad de estilos y registros es sencillamente deslumbrante, empezando con la suite instrumental que abre el álbum, "I love the Lord; He heard me cry", que es una mezcla sorprendente y muy lograda de blues y orquestación clásica con unos toques de piano eléctrico haciendo arpegios como si fueran cascadas de sonido.


Después de este comienzo queda muy clara la ambición artística de Donny, pero el resto del álbum apenas da tregua. 
Varios temas se pueden considerar auténticos estándares, cada uno en su estilo, como la maravillosa "Someday we'll all be free" que es un verdadero himno de los derechos de la comunidad afroamericana, el jazz encantador de "Flyin' easy", " I love you more than you'll ever know", un blues largo y solemne de corte clásico, o "Valdez in the country" una mezcla perfecta de jazz y música latina.

Todos esos temas que he comentado son momentos perfectos, de una altura  estratosférica, pero hay también otros más digamos experimentales que me encantan también, como el ritmo 5/4 de la bailable " Come little children" o "Magdalena" que juega con armonías y texturas del charleston.

Pero mi momento favorito es sin duda alguna el tema que cierra el disco, "I know it's you", una canción que puede interpretarse tanto desde el punto de vista romántico como religioso, y en la que la interpretación de Donny me pone literalmente la piel de gallina. Si no conocéis está canción aquí os la dejo, es un tema imprescindible de la historia del soul.




lunes, 7 de noviembre de 2016

Grandes Albumes Vocales: "Back where we belong" (Four Tops 1983)

Voy a retomar la serie sobre grandes álbumes vocales con un disco no muy conocido pero que es una auténtica debilidad personal.

Se trata de "Back where we belong", álbum publicado en 1983 por los Four Tops.
En aquel momento era el primer disco que publicaba el grupo tras su regreso a Motown, compañía discográfica que había abandonado allá por el año 1972 tras haberle proporcionado éxitos tan incontestables como "Can't help myself" o "Reach out I'll be there".


Así que el título del álbum, además de dar nombre a uno de los temas, hace referencia a la vuelta a esa compañía donde el grupo inició su carrera musical. Pero no solo eso, sino que además es también un reencuentro con el trio legendario de compositores Eddie Holland-Lamont Dozier-Brian Holland, los artífices no solo de los primeros éxitos de los Four Tops, sino de casi cualquiera de las estrellas de la Motown como las Supremes, Martha Reeves & The Vandellas, etc (la carrera de este tandem de compositores/letristas daría para otro post).

La cara A de "Back where we belong" es toda Holland-Dozier-Holland y con eso ya está todo dicho.
Alguien podría pensar que en el año 1983 los Four Tops ya estaban un poco pasaditos y que este álbum no pasaría de ser un disco menor solo recomendable para nostálgicos del grupo.

Nada más lejos de la realidad. Este disco es pura dinamita
Los Four Tops siempre tuvieron fama de ser un grupo sano, bien avenido, alejado de controversias y de adicciones y el resultado es que lograron conservar sus facultades más tiempo que muchos otros, manteniéndose unidos durante más de cuarenta años.



Volviendo al año 1983, la música electrónica y los sonidos secuenciados ya comenzaban a oírse por todas partes y este disco no es una excepción; sin embargo, las voces de los Four Tops le dotan a la mezcla de una calidez que hace que los sonidos electrónicos no resulten fríos ni aburridos sino que se integren a la perfección con el espíritu del soul.

Y luego está la voz de Levi Stubbs, el solista de los Four Tops, uno de mis cantantes favoritos de todos los tiempos, con esa voz que es pura energía y que se desenvuelve tan bien en los temas rítmicos como en baladas como este "I just can´t walk away" que es uno de los mejores momentos de todo el álbum y probablemente de toda la carrera de los Four Tops.
(Atención a esa melodía de la sección de cuerdas a partir del minuto 2:30, ¡qué bonito por Dios!)



Y aunque los temas lentos del álbum son magníficos, los temas rítmicos predominan y son muy potentes, como "Make yourself right at home", que abre el álbum con fuerza, "Sail on", "Body and Soul" o "Hang", un tema funky que cierra el álbum y es un mano a mano fantástico con otro grupo legendario de Motown, "The Temptations".


Para completar esta maravilla hay incluso una colaboración con Lady Soul Aretha Franklin titulada "What have we got lo lose", otro de los momentazos dentro de un álbum que no tiene ni un solo momento de relleno y del cual os recomiendo desde ya que os hagáis con una copia para escucharlo entero porque no os arrepentiréis.


Y para los que conozcáis menos a los Four Tops, una curiosidad sobre su solista Levi Stubbs: aunque toda su carrera se desarrolló en el seno del grupo, el cantante ya fallecido en 2008 realizó también de vez en cuando alguna colaboración fuera del grupo con gran éxito, como en la adaptación cinematográfica de la comedia musical "Little Shops of Horrors" de Ashman y Menken, donde Levi Stubbs era la voz sarcástica y burlona de la planta asesina venida del espacio exterior.

Aquí lo tenemos en la ceremonia de los Oscars de 1987 (cantando una de las canciones de la película que resultó nominada).


martes, 6 de septiembre de 2016

Grandes álbumes vocales: "What's going on" (1971) de Marvin Gaye

Hace mucho que no retomamos en este blog la serie ya larga de revisiones de algunos de los álbumes que yo humildemente considero obras maestras de la música vocal.
Y es verdaderamente una ocasión especial recuperar "What's going on", álbum grabado en 1971 por el genial Marvin Gaye, un trabajo que en su momento causó un gran impacto tanto estético como social y que cuarenta y cinco años después nos produce aún más emoción.



"What's going on" es un álbum que es muy grande en muchos sentidos; en primer lugar por todo lo que supuso en su momento en cuanto a la profundidad de su mensaje, una visión intimista de problemas como la drogadicción, la pobreza, la brutalidad policial o la guerra (en este caso la guerra de Vietnam), que no eran problemas que se abordaran con frecuencia en la música pop de aquellos tiempos, pero que el público estaba deseando oír, ...y que ahora mismo siguen teniendo relevancia.

Además supuso una auténtica revolución en la forma de hacer música. Marvin Gaye se había movido hasta entonces dentro de los encorsetados parámetros de la fábrica de música pop que era la compañía Motown, una máquina de producir hits concebida y controlada hasta el mínimo detalle por su presidente Berry Gordy. "What's going on" rompe con muchas de las "normas sagradas" de Gordy:  afronta temática social, mezcla música pop con jazz, introduce orquestaciones muy ambiciosas, dilata los temas con aportaciones instrumentales, enlaza unos temas con otros en un continuo formando una especie de "suite", etc.

Naturalmente Berry Gordy no entendió para nada las pretensiones artísticas de Marvin Gaye y hasta el último momento intentó sabotear el lanzamiento comercial de este trabajo. Solamente cuando comprobó el éxito arrollador del single accedió a editar el álbum completo, que hoy día es un clásico de culto.

Pero no traeríamos a nuestro blog este álbum si, además de lo que supuso en su momento, este álbum no continuara siendo hoy día en 2016, una auténtica delicia musical, donde destaca especialmente la incomparable voz de Marvin Gaye, con unos arreglos vocales muy característicos en los que el genial artista canta en diferentes capas simultáneas, no a la manera de los arreglos de voces de un coro, sino de una forma más libre y sutil, dando una impresión de improvisación en la que las líneas vocales aparecen, desaparecen, se van complementando, etc.

Marvin Gaye juega además con todos los registros vocales, desde las voces más suaves e intimistas hasta el desgarro típico del soul, pasando por esa cosa tan difícil de los recitados que en otros artistas pueden resultar cursis y que cuando los hace Marvin Gaye son simplemente impresionantes.

Los dos temas más conocidos, el que da el título al álbum y "Mercy Mercy Me" (que se adelanta en años al abordar el tema de la ecología), son justamente famosos, pero el resto del álbum no desmerece, especialmente toda la cara A del álbum, quizás una de las mejores caras de álbum de la historia del pop (no en vano el disco completo fue elegido entre los diez mejores álbumes de la historia del pop-rock por la revista Rolling Stone).

Aquí podéis escuchar algunos de los mejores momentos de esta maravilla.






viernes, 19 de febrero de 2016

Grandes álbumes vocales: "Take 6" (1988)

Hacía tiempo que no retomaba la serie de grandes álbumes vocales y lo voy a hacer hoy con el primer álbum publicado por la excepcional banda a capella Take 6.



Hoy en día proliferan por todas partes las bandas a capella, pero allá por 1988 resultaba de lo más extravagante que un grupo de cantantes se dedicara a cantar sin acompañamiento instrumental, fuera de lo que es el mundo de la música coral clásica.

Por supuesto que no fueron los primeros en hacerlo, pero sí los primeros en conseguir fama mundial además del reconocimiento unánime de la crítica musical.

Ese mismo año de 1988, sin ir más lejos, el genial Bobby McFerrin, un pionero de la música vocal a capella, pero en solitario, no como grupo, lograba un éxito masivo con el álbum "Simple Pleasures", que incluía el archiconocido "Don´t worry be happy", que ya hemos traído alguna vez a este blog.

Take 6 era un grupo revolucionario porque partiendo de la tradición de los grupos de gospel vocal, combinaba influencias de la música coral y la música barbershop y les daba una vuelta de tuerca más con unos endiablados arreglos inspirados en el jazz y cantando nada menos que a 6 partes.

Además resultaba un grupo muy divertido. En este disco con el que debutaron nos presentan nada menos que varias escenas sacadas de la Biblia (Take 6 es un grupo declaradamente evangélico), como en "Mary don't you weep", "Get away, Jordan" o "David and Goliath", y son sin duda algunos de los mejores momentos del disco, tanto por la calidad de los arreglos y el fabuloso empaste de las voces, como por el sentido del humor que destilan las interpretaciones.



Este disco supuso el aldabonazo que colocó a Take 6 en el mercado musical internacional y llamó la atención del afamado productor Quincy Jones, quien se encaprichó con ellos, los reclutó para participar en el megahit "Back on the Block" y les produjo su segundo álbum "So Much 2 Say", que también es un álbum excelente pero al que yo colocaría un peldaño por debajo del álbum de debut.

Y os preguntaréis ¿por qué pongo el álbum de debut por encima del resto de los álbumes de la carrera de Take 6?
Pues porque con todo lo bueno que he dicho que contiene el álbum, grabado en un momento en el que yo creo que la banda había alcanzado ya su máximo nivel de calidad y de creatividad, además este disco contiene dos joyas indiscutibles bajo mi punto de vista, que son "If we ever needed the Lord before (we sure do need Him now)" y "A quiet place".

La primera es un himno religioso con una energía sumamente contagiosa que se mete en tu cabeza y puede estar dentro semanas. La segunda es una maravilla de equilibrio y sensibilidad. Los arreglos de ambas canciones se deben a Mervin Warren, el primer miembro en abandonar la banda tres años más tarde para emprender una carrera de la que ya hemos hablado aquí en alguna ocasión.

Aquí les tenemos, un año antes, en 1987, cuando el grupo aún no se llamaba Take 6 sino Alliance, interpretando "If we ever".



Y aquí la versión del álbum de "A quiet place", con la transcripción de las 6 voces a partitura.







miércoles, 1 de abril de 2015

Grandes álbumes vocales: "Bach- Magnificat in D Major BWV243" (J.E. Gardiner)

Ahora que ya tenemos una nueva Semana Santa aquí, nos deleitaremos con una de esas obras intemporales que la fe religiosa ha inspirado a lo largo de los siglos.

Hablamos en este caso del "Magnificat" de Johan Sebastian Bach compuesto por el genio de Eisenach en 1723.



Se trata de una de las obras corales más celebradas del compositor alemán. Consta de doce movimientos y como peculiaridad el texto está en latín, al contrario que muchas obras corales de Bach que son en alemán.

Otra peculiaridad es que las partes corales están escritas para cinco voces, en lugar de cuatro (SSATB, es decir dos cuerdas de soprano y una de contralto, tenor y bajo). 

Las partes de coro son grandiosas, muy espectaculares y dinámicas, pero si yo tengo que quedarme con algo de esta obra es con esas maravillosas arias que escribió Bach para los solistas, ya sea en solitario o haciendo inolvidables dúos, como en mi pasaje favorito, "Et misericordia".





Hay muchas versiones del Magnificat de Bach pero yo os traigo la grabada en 1990 por The English Baroque Soloists y el Monteverdi Choir, bajo la dirección de Sir John Elliot Gardiner, que para algunos es una de las mejores, especialmente para los defensores a ultranza de la autenticidad en la interpretación de la música barroca, empleando conjuntos más pequeños y ágiles que tocan además instrumentos antiguos de la época.

Siguiendo esta corriente de revisión historicista de la música barroca, en esta grabación las voces del coro se despojan casi en su totalidad del vibrato y las partes de solista alto las canta un contratenor. El ritmo de la ejecución es además considerablemente más rápido que en las versiones más "tradicionales", como la grabada por Karl Richter en 1962 con la Münchener Bach-Orchester y Münchener Bach-Chor, versión también interesante, que merece la pena escuchar aunque solo sea por la presencia entre los solistas de la gran soprano Maria Stader.

A continuación tenéis la versión de Richter además con toda la partitura.





Y finalmente la versión completa de Sir John Elliot Gardiner. Que la disfrutéis.



domingo, 16 de noviembre de 2014

Recordando grandes álbumes vocales: "Petra goes to the movies" (2013)

Retomando la serie dedicada a grandes álbumes vocales, hoy os traigo un disco publicado el año pasado, que es al mismo tiempo una rareza y una obra maestra: "Petra goes to the movies" de la cantante neoyorquina Petra Haden.

Petra no es una artista muy conocida por el gran público, sino que más bien se mueve en el terreno de la música alternativa. Aunque también es una reputada violinista, su faceta más celebrada es la de cantante a capella. Además es hija del famoso bajista de jazz Charlie Haden.



En 2005 ya dio un primer aviso de su talento grabando un disco en el que reproducía canción por canción el álbum "The Who sells out" del grupo The Who, empleando únicamente su propia voz grabada en múltiples capas. Un auténtico reto de intrincados arreglos vocales y overdubbing con el que llamó poderosamente la atención.

Más tarde dedicada a otros proyectos musicales, hemos tenido que esperar hasta el año 2013 para su consagración con este álbum "Petra goes to the movies", en el que va un paso más allá de lo que ya venía a demostrar en su primer álbum. 

"Petra goes to the movies" no es un disco de canciones de películas. Su originalidad no proviene únicamente del hecho de tratarse de versiones a capella, es decir, que en la mayoría de los temas que lo componen el único instrumento empleado es la voz de Petra; además, la mayoría de los cortes son versiones no de canciones sino de pasajes instrumentales de películas.

Y lo mejor es que el disco no se queda en un ejercicio estéril del "más difícil todavía", sino que logra transmitir emociones y engancha al oyente de principio a fin, pese a lo extravagante de la propuesta.

En este video de Youtube podéis escuchar el álbum entero, amenizado con imágenes de la propia artista homenajeando cada momento cinematográfico.



Muchas cosas me impresionan de este álbum, entre ellas la selección de los temas. que mezcla música de compositores clásicos de Hollywood consagrados como Bernard Herrmann, Nino Rota, Ennio Morricone, Lalo Schifrin y John Williams, con elecciones más personales de la artista que aportan originalidad. 

Pero lo más alucinante es la tarea superminuciosa de los arreglos vocales, que parecen reproducir nota por nota la música instrumental de temas legendarios como el de la película "Psicosis" o "Superman", de una forma totalmente respetuosa con la partitura original, imitando hasta cierto punto con la voz la sonoridad de instrumentos como trompetas y violines, pero sin hacernos perder de vista en ningún momento mediante procesamientos sonoros demasiado artificiales, que lo que estamos escuchando es la grabación de la voz de una sola persona.

Este grandioso trabajo solo puede lograrse con éxito si se dispone de una voz con la amplísima tesitura y la musicalidad de Petra Haden. 

Para redondear el álbum, se incluyen algunas canciones con letra y con un acompañamiento muy sencillo de piano o de guitarra que permiten que el álbum tome aire y que la voz de Petra nos lleve aún más alto, como en su maravillosa versión de la canción "It might be you" escrita por Dave Grusin para la película "Tootsie".



Por último, esta forma de homenajear la música de películas con voces a capella me trae a la memoria  una vez más a nuestra adorada Jaimina, quien ya en su disco grabado en vivo en 2008 "Jaimina in Japan", hacía algo similar con su versión del "Caroll Anne's theme" de la película "Poltergeist" de Jerry Goldsmith.





martes, 3 de junio de 2014

Recordando grandes álbumes vocales: "Music of my mind" (Stevie Wonder 1972)

Queridos seguidores de este blog, hoy os traigo uno de los mejores álbumes de un personaje que, más que uno de los mejores músicos de la historia, yo diría que se trata de un auténtico Dios (así con mayúsculas) de la Música. Hablamos de... Stevie Wonder

Se me acaban los adjetivos con este legendario artista y me declaro incapaz de comentar su obra desde la más mínima objetividad. Para mí, la mayoría de los álbumes de Stevie Wonder son tan buenos que no pueden ser simplemente escuchados sino que lo justo sería ponerse de rodillas y directamente adorar su música.

Quería traer desde hace tiempo alguno de sus álbumes a esta serie de Grandes Albumes Vocales, pero me ha costado decidirme porque seis o siete de ellos se colocan por derecho propio entre los mejores discos de música popular de la historia. Decir esto de otros artistas podría ser exagerar, pero con Mr Wonder esto es quedarnos en realidad un poco cortos.

Podía haberos traído "Talking Book", "Innervisions", "Fulfillingness First Finale" o "Songs in the Key of Life", que son OBRAS MAESTRAS INCONTESTABLES para cualquier crítico musical.
Sinceramente creo que "Music of my mind" es un disco igualmente impresionante, solo que menos conocido para el gran público.




Además, la forma revolucionaria en la que Stevie trata la voz en este álbum lo hace especialmente interesante para nuestro blog de música vocal.

La carrera de Stevie Wonder había comenzado, recordémoslo, muy pronto. Ya con 12 años consigue su primer número uno con "Fingertips", donde demuestra una apabullante precocidad musical, especialmente con su dominio de la armónica.



Pero muy pronto empieza a revelar un enorme talento para la composición musical. Entre los 16 y los 19 años de edad escribe algunos hits que a día de hoy son standards, como "Uptight", "I was made to love her" o "My cherie amour". Al mismo tiempo establece sus credenciales como uno de los cantantes de soul más prometedores.



La mayor parte de su obra en esa época juvenil en la compañía Motown es deslumbrante, si bien la producción musical resulta un poco trasnochada a día de hoy en cuanto a sonido y arreglos.

Cansado de las imposiciones de la compañía, a los 21 años decide tomar las riendas de su carrera artística. Con el álbum "Where I'm coming from", consigue ya cambiar la dirección de sus textos hacia una temática más madura, pero la música continúa "sonando a Motown".

Para el siguiente álbum, Stevie rompe totalmente con todas las normas. Emigra a Nueva York y alquila el estudio de grabación Electric Lady (fundado por Jimmy Hendrix). Además traba contacto con los productores Malcolm Cecil y Robert Margouleff. Este encuentro resulta crucial, porque son  estos quienes le empujan a experimentar con la música electrónica y los sintetizadores, algo radicalmente innovador en aquella época, y más aún para un músico de soul.

En 1972 Stevie Wonder es un joven de 22 años que pasa todas sus horas encerrado en el estudio, experimentando incansablemente con todo tipo de sonidos de sintetizador y con los géneros musicales más diversos. El resultado de aquellas interminables horas de experimentación es un álbum que va a cambiar la historia: "Music of my Mind".

Ahora pinchad el siguiente enlace y escuchad el álbum completo (a ser posible con el volumen bien alto).



Ya desde los primeros acordes del tema que abre el disco "Love having you around" los oyentes de aquel año 1972 fueron conscientes de que se trataba de un sonido totalmente nuevo.

La forma en la que Stevie Wonder emplea aquí la voz es revolucionaria, mediante frases cortas ("Please!", "Ma-ma-ma-my baby", "Baby, baby, baby", "Listen, baby!"), que van puntuando rítmicamente la línea solista, haciendo diferentes contramelodías, jugando con la panoramización de las voces y con diferentes procesamientos de la voz, como un empleo del vocoder que es espectacular.

"Love having you around" establece el paso de Stevie Wonder del soul al funk, una música híbrida de jazz, soul y rock, caracterizada por su ritmo cadencioso, con líneas de bajo prominentes y esquemas circulares de composición, una música en la que cabe todo y que persigue una sonoridad deliberadamente "sucia", transgresora y provocadora.

Después de más de siete minutos de puro optimismo "funk", Stevie nos deleita con un tema de jazz  titulado "Superwoman", una maravilla en la que destacan con luz propia los deliciosos arreglos vocales y en la que aborda uno de sus temas favoritos, los conflictos de pareja.

Sin bajar el listón de calidad, el tercer tema titulado "I love every little thing about you" es también uno de los mejores temas jamás grabados por el artista. Aquí emplea de manera magistral la percusión vocal, anticipándose en años a corrientes de artistas como Bobby McFerrin o Al Jarreau en el empleo de este recurso.

El resto del álbum mantiene el mismo nivel y continúa el carrusel de estilos musicales, blues en "Sweet little girl", folk en "Happier than the morning sun", ambient-jazz en "Seems so long" y de nuevo funk en "Keep on running". La coctelera de Stevie Wonder puede con todos los ingredientes y además los combina en progresiones armónicas totalmente inéditas, como en una de sus mejores composiciones "Girl blue".

El álbum concluye con "Evil", un espectacular himno dirigido nada menos que contra el Mal (así, con mayúsculas), con clara influencia del gospel pasado por la sonoridad del sintetizador Moog.
En una de las interpretaciones vocales más vigorosas de su carrera, Stevie Wonder cierra el disco  por todo lo alto haciendo gala de su legendaria capacidad vocal con un do sostenido de pecho (literal).

Cuando este disco salió al mercado los críticos se quedaron atónitos, pero el impacto solo duró hasta unos meses más tarde, cuando Stevie Wonder saca al mercado el álbum "Talking Book", que incluye "Superstition" y "You are the sunshine of my life"... Pero eso ya es otra historia.

viernes, 25 de abril de 2014

Recordando grandes álbumes vocales: "Epiphany: The best of Chaka Khan" (1996)

Hoy traigo este fabuloso álbum publicado en 1996 que recoge los momentos más brillantes de la carrera de la cantante Chaka Khan, que son muchos.

Chaka Khan no es muy conocida en España, pero en USA es una auténtica institución y se la conoce como la Reina del Funk.
Nacida en Chicago en 1953 con el prosaico nombre de Yvette Marie Stevens, su biografía nos muestra a una mujer de excesos, enrolada en los Panteras Negras en su adolescencia, cuando decidió cambiar su nombre de pila por el de Chaka. El apellido Khan vino después, procedente de su primer matrimonio (con solo 17 años).

Enseguida se separó y se enroló en el grupo de funk Rufus, que fue el que la catapultó a la fama. Sus asombrosas cualidades vocales destacaron muy pronto, el grupo se le quedó pequeño y comenzó una carrera en solitario que dura ya más de cinco décadas.


Epiphany: The best of Chaka Khan


En este álbum recopilatorio hay temas para todos los gustos, porque Chaka es una cantante que se mueve con facilidad en todos los estilos, soul, pop, disco, jazz, funk... Por supuesto que está incluida su canción más emblemática "I'm every woman", compuesta por la mítica pareja de autores Valerie Simpson y Nicholas Ashford.

Aquí tenemos el vídeo oficial de 1978. Algunos conoceréis la canción por la versión que hizo  Whitney Houston, que más que una versión era un homenaje "nota por nota" a la grabación de Chaka Khan.



Pero antes Chaka ya había ganado el primero de sus diez premios Grammy, (aún en el grupo Rufus), gracias al tema "Tell me something good", compuesto por Stevie Wonder. El propio Stevie produjo años más tarde la exitosa versión que Chaka Khan hizo de un tema original de Prince "I feel for you"
Este es el vídeo oficial, con toda su simpática estética ochentera.


No podían faltar en este recopilatorio las deslumbrantes incursiones de Chaka en el territorio de la música jazz. En su versión de "A night in Tunisia" de Dizzy Gillespie da rienda suelta a todos sus recursos vocales, haciendo gala en algunos pasajes de su legendaria potencia en los tonos más agudos, muy similar al sonido de una trompeta, una auténtica "marca de la casa".
Esta es la versión en vivo.




Para que os hagáis una idea de lo que significa Chaka en el mundo de la música negra en USA, solo diré que en ocasiones ha sido descrita como una mezcla de Aretha Franklin y Tina Turner, por su capacidad para aunar precisión vocal, expresión y energía, y por la enorme versatilidad de su registro.

Además de los éxitos pasados, el álbum se completó con algunos temas nuevos que están también a su (estratosférica) altura, como este "Never miss the water".




Aunque el título de este álbum recopilatorio llevaba el subtítulo de "Volumen 1", han pasado dieciocho años y aún no hemos visto el "Volumen 2". Eso sí, podemos seguir esperando y quién sabe, la carrera de Chaka Khan continúa viva y ella sigue acumulando premios. Además, ahora al parecer ha superado sus problemas con las drogas y el alcohol (reconocidos por la propia artista). Incluso se ha puesto a dieta para frenar sus problemas de hipertensión y diabetes tipo 2.

Mientras tanto, sigamos disfrutando de su talento, ahora con esta versión increíble del "What's going on" de Marvin Gaye por la que se llevó otro Grammy más a casa.






domingo, 27 de octubre de 2013

Recordando grandes álbumes vocales: "Simple pleasures" de Bobby McFerrin

Probablemente el álbum pop vocal a capella más famoso de todos los tiempos, este trabajo del gran Bobby McFerrin cumple ahora 25 años desde que fuera publicado allá por 1986.



Aunque no se trataba del primer álbum en la carrera del genial artista (era su quinto disco), sí que fue el que colocó a Bobby McFerrin en la cima de su popularidad, ganando varios premios Grammy y haciéndose famoso en todo el planeta.
¿Quién no conoce la popular tonada "Don't worry be happy"?




Aunque no era la primera vez que un artista grababa un álbum completamente a capella y en solitario (ya hemos hablado en este blog del álbum "A capella" editado por Todd Rundgren en 1985), sí era la primera vez que un trabajo de estas características lograba tal reconocimiento por parte tanto de la crítica como del público.

El éxito del disco se debió sobre todo al impacto de la canción "Don't worry be happy", pero el resto del álbum es igual de genial. McFerrin ya había sentado las bases de su prestigio profesional en el mundo del jazz tras un debut deslumbrante con el álbum homónimo "Bobby McFerrin" (1982), en el que hace varias voces pero también incluye instrumentos y algunas composiciones propias de gran calidad, como ese "Jubilee", que Jaimina Johnston y su grupo homenajearan en su penúltimo disco "Brotes Verdes" o la canción "Sightless Bird".





Más tarde publicó "The voice" y "Spontaneous inventions", dos joyas en las que hace gala de su gran capacidad de improvisación, una de las mejores virtudes del cantante.

En cambio, en "Simple pleasures" el artista nos presenta una forma totalmente diferente de hacer música, a través del overdubbing  (sobregrabando varias líneas de su propia voz), pero con una simplicidad tan refrescante (apenas un poco de percusión vocal, una línea de bajo y dos o tres voces más) que resulta imposible que nos cansemos de oír sus singulares versiones, como este divertido "Good Lovin".




Los siguientes discos publicados por Bobby McFerrin no han tenido ni de lejos tanto éxito, pero son igualmente recomendables. Para despedirme, y deseando que el artista se haya recuperado plenamente de esos problemillas cardiacos que le obligaron a cancelar algunos conciertos hace unas pocas semanas, os dejo uno de los temas que más me gustan, se titula "Common threads" y está contenido en el álbum "Medicine Music".





jueves, 18 de julio de 2013

Recordando grandes álbumes vocales: "The Stylistics" (1971)

Siguiendo la serie de mis álbumes de música vocal favoritos, hoy le toca el turno a un disco muy especial, una de esas joyas que por ser menos conocidas del gran público encontramos aún más valiosas.

The Stylistics puede no ser el grupo más famoso del mundo, pero le cabe el honor de haber grabado uno de los mejores discos de debut en la historia de la discografía mundial. Se trata del álbum homónimo "The Stylistics" y fue editado allá por el año 1971 de la mano del genial compositor y productor Thom Bell.


El disco es tan bueno que con ese título mucha gente piensa que es una recopilación de éxitos del grupo, pero no, se trata como hemos dicho del primer álbum grabado por The Stylistics.

El disco sorprende por la ausencia de canciones "de relleno" y se puede decir que todos los cortes eran  hits potenciales; de hecho la compañía editó la insólita cifra de cinco singles, contando entre ellos con  estándares de la música pop y soul que han sido versioneados hasta la saciedad, como "Stop, look, listen to your heart", "You are everything", "Betcha by golly, wow!"o "People make the world go round".

La calidad del álbum se sustenta en primer lugar en la inspiración del legendario tándem creativo formado por el compositor Thom Bell y la letrista Linda Creed, quienes escribieron 8 de las 9 canciones.

Linda Creed y Thom Bell

Thom Bell era ya un afamado productor que venía de lograr el éxito con el grupo The Delfonics. Su dominio exquisito de la orquestación, los preciosos arreglos y la sofisticación de la composición lo convierten en uno de los estandartes del sonido Philadelphia, un estilo musical caracterizado por un gran equilibrio entre las raíces rítmicas y vocales de la música soul y unas orquestaciones muy  elaboradas, donde se funden con naturalidad sonidos como el de la guitarra eléctrica y la batería con secciones orquestales completas.


La formación original de The Stylistics

El grupo The Stylistics era un grupo relativamente nuevo (solo se había creado tres años antes por la fusión de otros dos grupos, The Monarchs y The Percussions) y lo formaban el solista Russell Thompkins, Jr., Herb Murrell, Airrion Love, James Smith y James Dunn. Las armonías vocales del grupo son sólidas pero no extraordinarias. En cambio, el falsetto de Russel Thompkins Jr es muy distintivo, con una sonoridad muy especial que al principio sorprende pero luego engancha.

En lugar de comenzar con un vídeo de las canciones más famosas, os pongo uno de esas otras canciones que componen el álbum y que son una por una encantadoras. Esta se titula "Country living" y habla de las bondades de la vida en el campo.




Y también os traigo un vídeo de la fascinante "People make the world go round", tema que se adelanta décadas a la moda del chill-out y emplea de forma magistral ritmos sincopados más propios del jazz.




Quizá la canción que menos encaja en el álbum es "You're a big girl now", que de hecho fue una de las primeras grabaciones del grupo y cuyo sonido está menos depurado. Sin embargo, tiene también un punto kitsch que termina por ganarnos.

Entre las numerosas versiones que se han hecho de temas de este álbum destacan, cómo no, las realizadas por Diana Ross y Marvin Gaye para su álbum de duetos "Diana & Marvin".

A pesar de que las dos estrellas de la Motown no se podían casi ni ver, el resultado de su colaboración supera quizás la excelencia del original de The Stylistics (aunque hay discusiones sobre esto).
Juzgad vosotros mismos (se aceptan comentarios)







sábado, 6 de abril de 2013

Grandes álbumes vocales: Gran Misa en Do menor de Mozart

Aprovechando el espíritu de la reciente Semana Santa, nos vamos a acercar hoy a una de las grandes, si  no la más grande de las obras vocales sacras de todos los tiempos: la Gran Misa en Do menor de Wolfgang Amadeus Mozart, (K427).

Esta obra monumental, y sin embargo inacabada, fue compuesta por el genial músico entre 1782 y 1783. Como peculiaridad, la compuso no por encargo como otras misas, sino al parecer por algún tipo de promesa o voto por su reciente matrimonio con Constanze Weber.

Siete años más tarde, Mozart compondría otra obra genial y también inacabada: la Misa de Requiem.



La Gran Misa en Do menor está compuesta para dos coros, dos sopranos, un tenor y un bajo solistas y orquesta y no se sabe por qué Mozart la dejó sin terminar (falta parte del Credo y todo el Agnus Dei previsto)

En cuanto a la música, siempre se ha señalado la influencia de las obras corales de Bach y Haendel, a partir de cuyas premisas Mozart demuestra el por qué muchos lo consideran el mayor genio de la historia de la música, creando una música que puede ser tan delicadamente hermosa (como por ejemplo en el Incarnatus est) como de un dramatismo hondo y arrebatador (como en el pasaje Qui tollis).

Su capacidad para crear melodías eternas es solo comparable a su dominio de la armonía, con progresiones cromáticas a las que previamente no se había atrevido ningún compositor y que parecen surgidas de alguna suerte de inspiración divina. Pero además, en esta como en el mencionado Requiem, Mozart muestra un renovado interés por el contrapunto y la fuga, que desarrolla con singular maestría.

En el siguiente vídeo tenéis TODA la obra, con la transcripción simultánea de la partitura, tal y como es interpretada por la orquesta English Baroque Soloists, dirigida por John Elliot Gardiner, con el  maravilloso Monteverdi Choir.




Entre otras grabaciones de la obra, quizá la más apreciada por los expertos es la dirigida por el húngaro Ferenc Fricsay, con la participación de la soprano también húngara Maria Stader.



En el siguiente enlace tenéis interesantes comentarios sobre esta legendaria grabación y también os podéis descargar el MP3 completo de la obra.
http://juliosbv.blogspot.com.es/2010/05/mozart-gran-misa-en-do-menor-adagio-de.html

Este enlace también es muy interesante:
http://quinoff.blogspot.com.es/2011/05/mozart-gran-misa-en-do-menor-fricsay.html

Y este otro enlace analiza el "Incarnatus est" en todo detalle:
http://stanzadellasegnatura.wordpress.com/2011/05/08/los-trascendentales-del-ser-y-la-musica-academica-el-incarnatus-de-mozart/


Finalmente, el gran Leonard Bernstein también nos dejó SU versión de la obra. En el siguiente video tenemos el "Qui Tollis", quizás mi pasaje favorito de la obra.



sábado, 23 de febrero de 2013

Albumes míticos: "Extension of a man" de Donny Hathaway

Artista polifacético, compositor, multiinstrumentista y fenomenal cantante, Donny Hathaway es considerado por muchos críticos musicales como uno de los mayores genios de la música popular. Es también uno de los más infravalorados y resulta generalmente poco conocido por el gran público. Y por eso mismo nos encanta traerlo a este blog.

Nacido en Chicago en 1945, fue criado por su abuela, una cantante profesional de gospel, quien lo introdujo en el coro de la iglesia a temprana edad. Más tarde recibió formación académica musical en la Howard University de Washington DC, donde trabó amistad con la también cantante Roberta Flack, con la que compartiría años más tarde los momentos de mayor éxito de su carrera musical.



A pesar de su extraordinario talento, Donny Hathaway no tuvo una vida feliz; en primer lugar porque siempre se sintió minusvalorado por el público y le costó largos años de carrera en un segundo plano de instrumentista y arreglista hasta llegar a alcanzar en sus últimos años el merecido estatus de estrella musical.

La segunda razón de su infelicidad eran sus problemas mentales, los cuales le llevaron a ser diagnosticado de una esquizofrenia paranoide y precisar medicación de forma regular.

 A pesar de todo, Donny Hathaway alcanzó finalmente el éxito popular, sobre todo a través de una serie de encantadores duetos con su amiga Roberta Flack, como "The closer I get to you" y "Where is the love", obteniendo por esta última canción su único premio Grammy en 1973.

Lamentablemente, el 13 de Enero de 1979, la enfermedad mental le ganó finalmente la partida a Donny y se arrojó por la ventana del Hotel Sussex de Nueva York.

Aunque su legado musical no es muy grande, apenas grabó cinco álbumes de estudio, algunos de sus trabajos son magníficos y su influencia perdura en el tiempo.

El álbum "Extension of a man" (1973), producido por Arif Mardin, se considera justamente una obra maestra, conjugando estilos musicales que van desde la música sinfónica al jazz, pasando por el gospel, el soul, el pop...


Desde la obertura instrumental "I love the Lord, He heard me cry", con influencias de Debussy, Ravel y Stravinsky, se advierte la enorme ambición de este álbum.

Seguidamente, Donny canta "Someday we'll all be free", una hermosa balada con toques de jazz que se ha convertido justamente en un estándar y también en un himno de la comunidad negra ("algún día todos seremos libres"), si bien el letrista de la canción, Edward Howard, declaró que escribió la letra expresando el deseo de que Donny se liberara de los problemas que lo torturaban (y que a la postre lo llevaron a terminar con su vida).


De esta canción se dice que el propio Donny Hathaway se echó a llorar cuando escuchó por primera vez la mezcla final de la grabación.
El resto del álbum es igualmente excepcional, sin apenas momentos en los que disminuya la intensidad; "Valdez in the country" y "Flying easy" son dos cortes cercanos al jazz, mostrando el virtuosismo del propio Donny a los teclados y del resto de un excepcional grupo de músicos que incluye gente como Stanley Clarke, Cornell Dupree, Willy Weeks, Fred White o Cissy Houston.

Lo más increíble del disco en mi opinión es que resulte accesible y "entendible" para el público en su sentido amplio, a pesar de los niveles brutales de experimentación que recorren todo el álbum, como el ya comentado primer tema de estilo cuasi-sinfónico o el tema de baile a ritmo 5/4 "Come little Children".

El elemento vertebrador de todo este catálogo de influencias y estilos es la voz inconfundible de Donny Hathaway, forjada en la tradición del gospel y que nos pone la carne de gallina en el tema que cerraba originalmente el álbum "I know it's you".


Si os interesa saber más de este genio de la música, no dejéis de visitar esta página web.

domingo, 22 de julio de 2012

Albumes míticos: "Porgy and Bess"

Hoy os traigo otro de los discos más preciados de mi colección: la mítica grabación de la ópera "Porgy and Bess" compuesta por George Gershwin, interpretada en versión jazz por dos gigantes de la música vocal: Ella Fitzgerald y Louis Armstrong.


"Porgy and Bess" nace en 1926 cuando Gershwin lee la novela "Porgy" escrita por DuBose Heyward y tiene la genial idea de convertirla en una ópera lírica basada en la sensibilidad negra. La obra narra la conmovedora historia de amor entre el negro lisiado Porgy y Bess, la mujer de un asesino y jugador llamado Crown y tiene un final bastante feliz si lo comparamos con otras óperas.

Gershwin realiza una síntesis asombrosa entre la tradición musical clásica y las formas musicales creadas por la comunidad negra americana a principios del siglo XX, lo que conocemos de forma resumida como jazz.

También se ha dicho que, aunque escrita como ópera, "Porgy and Bess" funciona casi mejor como teatro musical, y que la personalidad individual de sus temas es tan fuerte que se han convertido uno por uno en standards del jazz y son revisitados continuamente tanto por cantantes como por instrumentistas. Hablamos de "Summertime" o "It ain't necessarily so", probablemente los temas más populares, pero también de otros tantos magistrales como "I want to stay here, "Bess, you is my woman now", "I got plenty o'nutting" o "Oh Lawd, I'm on my way".

La idea de grabar una versión condensada y en clave jazz parte del productor Norman Granz, quien reúne a dos de las mayores estrellas del jazz de todos los tiempos: Louis Armstrong y Ella Fitzgerald.

Louis Armstrong, un ejemplo increíble de superación personal, se crió en un orfanato. Aprendió a tocar la trompeta hasta llegar a convertirse en uno de los pioneros del jazz y al mismo tiempo uno de los artistas más queridos de Norteamérica. A su dominio de la trompeta aúna un estilo vocal basado en la improvisación que ha marcado la evolución de todo el jazz vocal, cambiando el concepto de cantante que se tenía hasta entonces. Su personalísimo timbre de voz está indisolublemente asociado a canciones que son patrimonio de la Humanidad como "What a wonderful world".



La vida de la cantante Ella Fitzgerald tampoco había sido un lecho de rosas. Nacida en Newport en una situación de pobreza permanente, su padre abandonó el hogar cuando ella era una niña y su madre falleció en accidente de tráfico. Una serie de problemas con la policía llevaron a la joven Ella al reformatorio. Sin embargo, a la edad de 17 años fue descubierta en un concurso de jóvenes talentos y desde entonces no paró de encadenar éxitos como solista de varias orquestas.

El estilo vocal de Ella Fitzgerald, caracterizado desde sus comienzos por una gran perfección de tono, dicción y fraseo, fue evolucionando y haciéndose cada vez más completo, desde sus comienzos en el swing hasta llegar al scat y el be-bop. Hoy en día está considerada junto con Billie Holiday y Sarah Vaughan la cantante más importante e influyente de la historia del jazz.

Louis Armstrong y Ella Fitzgerald ya habían grabado discos juntos antes y su compenetración era perfecta.
Aquí tenemos su interpretación de "It ain't necessarilly so"




 Y aquí os traigo una grabación de 1993 para televisión de la obra completa en su versión operística, protagonizada por la soprano Cynthia Haymon y el baritono Willard White. Como se puede ver la forma de cantar es totalmente diferente. 



Hablar sobre las diferencias entre el canto lírico y el canto popular darían para otra entrada de blog, así que de momento nos quedamos con ambas versiones y que cada uno escoja la que más le guste (yo particularmente me quedo con ambas).

Como curiosidad os traigo también esta otra versión, filmada para el cine en 1959 por Otto Preminger y protagonizada por Sidney Poitier y Dorothy Dandridge, si bien ambos actores fueron doblados en las canciones por cantantes profesionales de ópera. Miss Dandridge era una cantante reconocida, pero su estilo de canto popular no casaba bien con el resto de las voces, que procedían del mundo de la ópera. Sidney Poitier no cantaba nada, pero era un actor muy famoso por aquel entonces y se pensó que mejoraría la taquilla. La verdad es que se le nota bastante que hace playback y su rostro no encaja demasiado bien con la voz del verdadero cantante, que como curiosidad os cuento que era Robert McFerrin, el padre de Bobby McFerrin.






sábado, 9 de junio de 2012

Recordando grandes álbumes vocales: "Amazing Grace" by Aretha Franklin

Volviendo otra vez la vista atrás en busca de aquellos discos que guardo en mi colección como joyas preciosas, hoy os traigo nada menos que el álbum de gospel más vendido de la historia, un trabajo que cumple este año su 40 aniversario.

Se trata de "Amazing Grace", un legendario álbum doble en el que Aretha Franklin, la VOZ con mayúsculas de la música soul, rendía tributo a la música gospel, es decir, a sus orígenes, ya que como todos sabemos la carrera musical de Aretha Franklin nace en los coros de iglesia de su padre, el reverendo C.L. Franklin, un personaje muy influyente en la comunidad afroamericana de los años 60, apodado "La voz del millón de dolares" y uno de los confidentes de Martin Luther King.



Estamos a principios de los setenta y Aretha Franklin se ha convertido en la cantante de soul número uno indiscutible tras encadenar éxitos como "Respect", "Chain of fools", "A natural woman", "Say a little prayer" o "Think". El reto que se plantea ahora es volver a sus raíces y grabar en vivo el mejor álbum de gospel de la historia.

Para ello, reúne los talentos del Southern California Community Choir, dirigido por James Cleveland, con el mismo equipo de músicos de sus discos de soul de la compañía Atlantic, así como los reputados productores Jerry Wexler y Arif Mardin, junto con la voz del reverendo Franklin para las introducciones y los discursos de los interludios, y todo ello además registrado no sólo en audio, sino también grabado por un equipo de cine encabezado por el director Sidney Pollack.

El resultado es un compendio de más de 80 minutos de maravillosa música gospel, vibrante, auténtica, que nos trasporta mentalmente a aquellos años difíciles en los que la segregación racial todavía estaba muy presente en Norteamérica y en los que la música constituía uno de los medios más eficaces para conseguir la unidad de la comunidad negra.

Si no habéis oído nunca este álbum, os recomiendo vivamente que os hagáis con una copia, y os dejéis llevar por la voz de Aretha, su asombrosa variedad de registros vocales, su dominio inigualable del ritmo y su fuerza expresiva. También por la poderosa banda instrumental y por las complejas armonías corales.
Además, tenemos también la oportunidad de comprobar el gran talento (aunque no tan conocido) de Aretha Franklin al piano.

Por desgracia, la filmación del concierto nunca llegó a las pantallas y permanece inédita en alguna estantería, a la espera, según las malas lenguas, de que se produzca la desaparición de la ahora añosa cantante, y aprovechar así para realizar un lanzamiento masivo del DVD.

Mientras tanto, disponemos del trailer de la película, incluyendo extractos de uno de los mejores temas del álbum "How I got over".


 Es sin duda un álbum para escuchar de un tirón, sin cortes que nos impidan sumergirnos en ese ambiente de misa gospel de iglesia norteamericana años 70. Yo me trago hasta los parlamentos del reverendo Franklin.
Las canciones son tan buenas cuando son lentas, meditativas ("Wholy Holy" o el tema que da título al álbum), permitiendo a la cantante expresar toda su sensibilidad, como cuando son rápidas y emplean el típico estilo frase-respuesta de la música gospel, como en la demoledora "The Old Landmark", una de mis favoritas.



 Tras "Amazing Grace" la carrera de Aretha Franklin pierde algo de protagonismo, a pesar de la publicación en 1973 de un álbum magistral "Hey Now Hey (The Other Side of the Sky)" producido por Quincy Jones. Más tarde, en los años 80, su estrella vuelve a recuperar parte del brillo, y desde entonces conserva su puesto bien ganado como leyenda del soul de todos los tiempos.