El término lip sync, abreviatura de lip synchronization (sincronización de labios) se refiere a la técnica de mover los labios de forma sincronizada con una grabación de voz previa; vamos, lo que toda la vida se ha llamado aquí "hacer playback".
Aquí en España lo vemos como algo de lo más normal, porque toda la vida lo hemos visto en las actuaciones de cantantes en la televisión. Otra cosa es que los artistas lo empleen en sus conciertos en vivo. Y sin embargo, surgen comentarios sobre cantantes que cada vez con más frecuencia se valen de este recurso en los escenarios, especialmente cuando las actuaciones llevan emparejada alguna coreografía movidita.
Un paso más allá lo dio el famoso dúo Milli y Vanilli, quienes no es que simularan cantar en directo, es que ni siquiera eran ellos los que cantaban en las grabaciones. Y aún así les dieron un Grammy (la academia que concede los premios aún no se ha recuperado del descrédito originado tras conocerse el amaño)
La triste historia de este efímero dúo la podéis encontrar resumida en este otro blog
Resulta mucho más divertida la nueva tendencia de artistas del lip sync que ha surgido, cómo no, en Youtube. Me refiero a todos esos espontáneos (algunos los llamarán frikies) que se dedican a colgar vídeos con sus versiones de canciones conocidas. Mi favorito y el de mucha gente es Keenan Cahill, un joven norteamericano con aspecto de niño que se hizo universalmente famoso gracias a youtube hace dos años.
Todo comenzó el 28 de Agosto de 2010 al subir su versión "escenificada" del tema Teenage Dream de Katy Perry. El éxito fue inmediato y la cifra de visitantes subió de forma fulgurante hasta convertir a Keenan en toda una celebridad mundial. El vídeo cuenta actualmente con la friolera de más de 54 millones de visitas. Es verdad que cantar no canta, sólo mueve los labios, pero hay que reconocer que "vive" la canción.
Después de este vídeo ha ido colgando muchos más y, tras hacerse famoso, ha terminado por grabar vídeos con los propios artistas a los que había versioneado. También ha hecho sus pinitos como cantante con su voz real.
El mérito de Keenan Cahill se resalta al conocer que nació con la enfermedad de Maroteaux-Lamy, una rara dolencia que afecta al crecimiento y la apariencia física, y que cuando tenía dos años se sometió a un trasplante de médula ósea para detener la evolución de la enfermedad.