Las conexiones entre la música vocal y el sentido del humor son múltiples.
Por alguna razón, el público encuentra divertido que una persona imite el sonido de los instrumentos musicales con su propia voz. Además, la modulación de la voz fuera de los registros habituales ha sido desde tiempos inmemoriales uno de los recursos humorísticos más empleados en el teatro cómico. Hay actores que obtienen carcajadas con una simple entonación de la voz.
Pero no sólo eso; uno de los momentos más divertidos de la actuación de muchos grupos vocales acapella es aquel en el que reinterpretan piezas de música clásica con la única ayuda de sus voces. Así nos han hecho reír grupos vocales tan serios como The Kings Singers o The Swingle Singers, auténticas instituciones de la música acapella.
Por alguna razón, el público encuentra divertido que una persona imite el sonido de los instrumentos musicales con su propia voz. Además, la modulación de la voz fuera de los registros habituales ha sido desde tiempos inmemoriales uno de los recursos humorísticos más empleados en el teatro cómico. Hay actores que obtienen carcajadas con una simple entonación de la voz.
Pero no sólo eso; uno de los momentos más divertidos de la actuación de muchos grupos vocales acapella es aquel en el que reinterpretan piezas de música clásica con la única ayuda de sus voces. Así nos han hecho reír grupos vocales tan serios como The Kings Singers o The Swingle Singers, auténticas instituciones de la música acapella.
Esta otra grabación de los Swingle Singers tiene ya unos cuantos años, pero la sincronización y afinación de las voces es increíble.
Por supuesto, la voz permite añadir una nueva dimensión a la música instrumental: la letra, lo que multiplica las posibilidades cómicas.
El grupo argentino Les Luthiers lleva más de cuatro décadas explorando las posibilidades del humor asociado a la música. Sus shows son legendarios y llenan teatros en todo el mundo de habla hispana. Además de creadores de instrumentos como el tubófono parafínico cromático, son músicos muy eclécticos, componiendo música y letra inspirándose en los estilos musicales más variados. Sus influencias van de la polifonía coral al jazz o el folk sudamericano.
Pero quizá lo mejor son las introducciones que realiza con su peculiar voz de bajo Marcos Mundstock, sobre todo cuando va desgranando anécdotas de la vida de Johan Sebastian Mastropiero.
El grupo argentino Les Luthiers lleva más de cuatro décadas explorando las posibilidades del humor asociado a la música. Sus shows son legendarios y llenan teatros en todo el mundo de habla hispana. Además de creadores de instrumentos como el tubófono parafínico cromático, son músicos muy eclécticos, componiendo música y letra inspirándose en los estilos musicales más variados. Sus influencias van de la polifonía coral al jazz o el folk sudamericano.
Pero quizá lo mejor son las introducciones que realiza con su peculiar voz de bajo Marcos Mundstock, sobre todo cuando va desgranando anécdotas de la vida de Johan Sebastian Mastropiero.
Aquí Daniel Rabinovich roba el guión al locutor por un momento de gloria...
No hay comentarios:
Publicar un comentario