Aunque todos conocemos a muchas cantantes deplorables, Florence Foster Jenkins es probablemente la persona que más esfuerzos hizo por ganarse el título de "La peor cantante del mundo".
A diferencia de todas esas personas que no cantan nada bien, pero que intentan demostrarlo lo menos posible, ella luchó por convertirse en cantante profesional y forjó un estilo propio basado en la autoparodia, con el cual se paseó por los escenarios durante toda su vida.
Esta americana nacida en Pennsylvania en 1868 provenía de una familia rica y desde niña mostró un gran amor por la música (un amor no correspondido). Al morir su padre heredó una gran fortuna, la cual invirtió en lanzar su carrera de cantante.
En sus recitales no se limitaba a cantar cosas facilitas, sino que se atrevía con un repertorio operístico de Mozart, Verdi o Richard Strauss que evidentemente estaba más allá de su habilidad técnica.
Generalmente se hacía acompañar por un pianista, Cosmé McMoon, de quien consta que ponía caras a la espalda de Jenkins para provocar la risa de los espectadores.
Gracias a Dios se conservan grabaciones en disco de alguno de sus impagables recitales:
Es fácil advertir los errores vocales de Florence Foster Jenkins, pero resulta ciertamente inspiradora su tenacidad. Era tan buena en ser mala que han terminado haciendo hasta una obra de teatro con su historia.
Por otra parte, la opinión que tenemos sobre la calidad vocal de los cantantes contiene un fuerte componente de subjetividad. ¿Quién no tiene filias o fobias, a veces inconfesables, hacia tal o cual artista?
Hoy os propongo que abráis vuestro corazón y deis rienda suelta al crítico musical que lleváis dentro y nos contéis quién o quiénes son esos cantantes a los que os resulta insufrible escuchar.
Y voy a ser yo quien tire la primera piedra y os cuente que nunca he podido escuchar más de cinco segundos de Alejandro Sanz o de Amaya Montero. También Manolo García y su flamenco-pop consiguen ponerme bastante nervioso, la verdad.
Ya hablando de artistas consagrados, las canciones de Serrat están muy bien, pero siendo sinceros, él canta de una forma deplorable, como le pasa a Bob Dylan y su eterno tono lastimero. Y luego están en otra categoría los que cantan empleando grandes alardes técnicos... y un pésimo gusto musical, como (con esto levantaré ampollas) Celine Dion o, (para mí el gran Anticristo), Michael Bolton.
Ya hablando de artistas consagrados, las canciones de Serrat están muy bien, pero siendo sinceros, él canta de una forma deplorable, como le pasa a Bob Dylan y su eterno tono lastimero. Y luego están en otra categoría los que cantan empleando grandes alardes técnicos... y un pésimo gusto musical, como (con esto levantaré ampollas) Celine Dion o, (para mí el gran Anticristo), Michael Bolton.
Si no os acordábais de Michael Bolton, ya os traigo yo una foto.
Y ya puestos, entre los artistas consagrados en el terreno clásico, el bueno de Alfredo Krauss nunca ha sido santo de mi devoción, mientras que Ainhoa Arteta me resulta más fría e insípida que la suela del zapato. Para gustos, los colores.
Hala, ahora ya tenéis carnaza, a ver si os estiráis con algún comentario (se admite cualquier crítica, excepto de Jaimina Johnston).
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