Queridos seguidores de este blog, ¡qué mejor manera de celebrar la entrada número 100 del blog que entrevistando a nuestra idolatrada Jaimina Johnston!
Tras arduas negociaciones con personas de su entorno y metiéndonos entre pecho y espalda casi mil quinientos kilómetros de viaje en coche, nos hemos acercado hasta Montecarlo, lugar de residencia actual de la inigualable cantante para poder hablar con ella y hacerle todas esas preguntas que hemos querido siempre hacerle (bueno todas no, porque no nos hemos atrevido a preguntarle su edad).
La entrevista se desarrolla en español:
Blog de Música Vocal: -En primer lugar, quiero darle las gracias por atendernos, más aún sabiendo que raramente concede entrevistas.
Jaimina Johnston: -Es un placer. Estoy encantada de tenerles aquí y para mí es una sorpresa que alguien se interese de esta manera por mí y por mi música. Conozco su blog y lo leo muy a menudo, está muy bien.
BMV: -Ya sabe que somos grandes admiradores de su música y queremos saber más cosas sobre usted, cómo fueron sus comienzos, quiénes han sido los cantantes que más le han inspirado...
JJ: -Sí, está bien, aunque fue hace ya tanto tiempo que ya poco importa... Mi debut sobre los escenarios fue en un cafe-bar de Liverpool que se llamaba The Dukes, en una calle cercana a Lime Street y fue porque me invitaron unos primos míos que tenían un pequeño set de jazz. Con ellos cantaba gratis, hasta que me oyó alguien de otro grupo y ahí sí que comencé ya a ganar mis primeros chelines. Fui saltando de un grupo a otro, así que tuve que aprenderme un montón de canciones. Yo era todavía muy joven, no tendría 17 años, así que no me lo tomaba muy en serio, pero disfrutaba mucho.
Mis padres, en cambio, no querían saber nada de bares y pubs, así que supongo que estaban horrorizados; ellos eran gente muy polite y cantaban en la Royal Liverpool Philharmonic Choir,... Bach, Mozart... todo eso. A mí también me gustaba la música clásica, pero en aquel momento lo que estaba de moda era el jazz. Había un montón de grupos de jazz, pero había pocos cantantes de jazz y ahí es donde tenía yo mi oportunidad.
BMV: -¿Y es ahí cuando aparecen también The Beatles?
JJ: -Bueno, sí, pero eso fue un poco más tarde. La moda fue cambiando y dejó de interesar el jazz y entonces todo eran grupos de rock and roll, como The Beatles, que al principio lo que hacían eran versiones de
Buddy Holly o
Little Richard.
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No sé si llegó a coincidir con The Beatles en algún escenario.
JJ: -En realidad no, porque yo actué en
The Cavern cuando ellos aún estaban haciendo su viaje por Alemania y cuando volvieron yo ya me había marchado a Londres. Aún así los conozco de mucho antes, cuando se llamaban
The Quarrymen y ya estaban John y Paul creo recordar.
BMV: -¿Por qué se marchó a Londres?
JJ: -Por una razón muy sencilla, siguiendo a un novio que tocaba la batería en un grupo de jazz y el cual pensaba que la escena de Liverpool no tenía ningún futuro. Se equivocaba, evidentemente. Mis padres se llevaron un disgusto tremendo, y encima nos separamos a los pocos meses pero ya me quedé una temporada sola en Londres; trabajaba por horas y cantaba en algunos clubs de jazz. Allí conocí a Betty y Lorna Davis, que eran unas cantantes fantásticas y con ellas estuve haciendo armonías a tres voces durante mucho tiempo.
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-¿Hacían los arreglos vocales ustedes mismas?
JJ: -¡Qué remedio! Si teníamos que hacerlo todo nosotras mismas, no teníamos ni representante. Pero personalmente me vino muy bien porque ganábamos bastante dinero y además así aprendí casi todo lo que sé sobre arreglos de voces. Nos hacíamos llamar "
The Davis Sisters", pero en realidad sólo eran hermanas ellas dos, claro (risas). Luego una de ellas, Betty, se casó y Lorna tampoco quiso seguir con el grupo, así que me encontré sola, pero entonces, por casualidades de la vida, me surgió la oportunidad de actuar en cruceros de la compañía Costa Line y esa oportunidad me cambió la vida.
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-¿Por qué razón?
JJ: -En realidad por dos razones: porque en esos viajes conocí
Puerto Rico, que es un lugar que adoro y al que vuelvo siempre que puedo, y también porque en uno de esos cruceros conocí a mi marido, Richard (que en paz descanse).
Puerto Rico
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-Y también conoció a los que luego serían miembros de su grupo, The 3Tones, ¿no es así?
JJ: -Es cierto. Ellos hacían un número muy divertido con unas armonías a tres voces muy lindas. Enseguida nos hicimos muy amigos y tuve la suerte de que me aceptaran como una más del grupo, aunque les tuve que suplicar (risas).
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-¿Qué tipo de música cantaba con los originales 3Tones, jazz, clásico, pop...?
JJ: -Le voy a decir lo que cantábamos: lo que nos dejaban. Menos mal que todos teníamos gustos diversos y no éramos maniáticos de ningún estilo. Mezclábamos un poco de todo y dependía sobre todo del público. Hicimos muchísimos cruceros y un día el público hablaba inglés, pero igual otro día eran hispanos; así que íbamos alternando. Nosotros decíamos : "¿Qué nos toca hoy, Sam Cooke o Antonio Machín?" (risas)...
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-¿Y por aquel entonces llevaban algún tipo de acompañamiento instrumental?
JJ: -Si, por supuesto, era norma en los cruceros cantar con orquesta. Pero poco a poco fuimos metiendo nuestros pequeños momentos "a capella" y nos dimos cuenta de que al público le encantaba... Cuando parábamos en Puerto Rico hacíamos casi el número entero a capella y era el delirio. Al final, abandonamos prácticamente los cruceros porque en los
clubs de San Juan nos pagaban mejor. También fue entonces cuando empezamos a hablar de grabar un disco.
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-Sin embargo, sabemos que hubo que esperar mucho tiempo hasta tener la primera grabación de Jaimina Johnston and the 3Tones, nada menos que en 2007. ¿Por qué tanto tiempo?
JJ: -Fue como una sucesión de circunstancias, no queríamos grabar un disco de cualquier manera y tampoco nos poníamos de acuerdo en la elección de temas. Cada vez nos salían mejor las adaptaciones y cada vez nos compenetrábamos mejor cantando, de modo que siempre pensábamos que lo mejor estaba por llegar y solo queríamos grabar lo mejor. La idea inicial era grabar con un sello pequeño, pero a medida que nos íbamos haciendo más conocidos, la bola se iba haciendo más y más grande...
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...y al final estalló la bola...
JJ: -No fue nada traumático lo que sucedió. Simplemente nos encontrábamos tan cómodos actuando en vivo, que fuimos retrasando la grabación en estudio y en cambio nos embarcamos en una gira por varios países, en la que nos lo pasamos muy bien y conocimos a muchísima gente de aquí y de allá.
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-¿Es entonces cuando se produce el encuentro con el productor Quincy Jones?
JJ: -Bueno, eso fue un par de años más tarde, cuando ya habíamos recorrido media América y teníamos los números totalmente perfeccionados. El señor Quincy Jones nos vio en un teatro de
Los Angeles y se encaprichó de nosotros. Nos hizo una propuesta e incluso estuvimos haciendo unas pruebas de sonido en su estudio, pero la cosa no cuajó. De alguna manera sentimos que se nos escapaba el disco de nuestras manos, que no era nuestra música lo que estábamos haciendo, y preferimos bajarnos del carro.
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-¿Se arrepiente quizás hoy en día de aquella decisión?
JJ: -En absoluto, y te soy del todo sincera. No soy una persona que mire hacia atrás con nostalgia, pienso que hay que vivir en todo momento el presente y si en aquel momento no lo vimos claro y no nos decidimos, sería que aún no había llegado nuestra oportunidad.
(Continúa la entrevista en el
próximo post)
Este es el casino de Montecarlo, donde perdimos absolutamente todo lo que jugamos, menos mal que no fue mucho...