domingo, 22 de julio de 2012

Albumes míticos: "Porgy and Bess"

Hoy os traigo otro de los discos más preciados de mi colección: la mítica grabación de la ópera "Porgy and Bess" compuesta por George Gershwin, interpretada en versión jazz por dos gigantes de la música vocal: Ella Fitzgerald y Louis Armstrong.


"Porgy and Bess" nace en 1926 cuando Gershwin lee la novela "Porgy" escrita por DuBose Heyward y tiene la genial idea de convertirla en una ópera lírica basada en la sensibilidad negra. La obra narra la conmovedora historia de amor entre el negro lisiado Porgy y Bess, la mujer de un asesino y jugador llamado Crown y tiene un final bastante feliz si lo comparamos con otras óperas.

Gershwin realiza una síntesis asombrosa entre la tradición musical clásica y las formas musicales creadas por la comunidad negra americana a principios del siglo XX, lo que conocemos de forma resumida como jazz.

También se ha dicho que, aunque escrita como ópera, "Porgy and Bess" funciona casi mejor como teatro musical, y que la personalidad individual de sus temas es tan fuerte que se han convertido uno por uno en standards del jazz y son revisitados continuamente tanto por cantantes como por instrumentistas. Hablamos de "Summertime" o "It ain't necessarily so", probablemente los temas más populares, pero también de otros tantos magistrales como "I want to stay here, "Bess, you is my woman now", "I got plenty o'nutting" o "Oh Lawd, I'm on my way".

La idea de grabar una versión condensada y en clave jazz parte del productor Norman Granz, quien reúne a dos de las mayores estrellas del jazz de todos los tiempos: Louis Armstrong y Ella Fitzgerald.

Louis Armstrong, un ejemplo increíble de superación personal, se crió en un orfanato. Aprendió a tocar la trompeta hasta llegar a convertirse en uno de los pioneros del jazz y al mismo tiempo uno de los artistas más queridos de Norteamérica. A su dominio de la trompeta aúna un estilo vocal basado en la improvisación que ha marcado la evolución de todo el jazz vocal, cambiando el concepto de cantante que se tenía hasta entonces. Su personalísimo timbre de voz está indisolublemente asociado a canciones que son patrimonio de la Humanidad como "What a wonderful world".



La vida de la cantante Ella Fitzgerald tampoco había sido un lecho de rosas. Nacida en Newport en una situación de pobreza permanente, su padre abandonó el hogar cuando ella era una niña y su madre falleció en accidente de tráfico. Una serie de problemas con la policía llevaron a la joven Ella al reformatorio. Sin embargo, a la edad de 17 años fue descubierta en un concurso de jóvenes talentos y desde entonces no paró de encadenar éxitos como solista de varias orquestas.

El estilo vocal de Ella Fitzgerald, caracterizado desde sus comienzos por una gran perfección de tono, dicción y fraseo, fue evolucionando y haciéndose cada vez más completo, desde sus comienzos en el swing hasta llegar al scat y el be-bop. Hoy en día está considerada junto con Billie Holiday y Sarah Vaughan la cantante más importante e influyente de la historia del jazz.

Louis Armstrong y Ella Fitzgerald ya habían grabado discos juntos antes y su compenetración era perfecta.
Aquí tenemos su interpretación de "It ain't necessarilly so"




 Y aquí os traigo una grabación de 1993 para televisión de la obra completa en su versión operística, protagonizada por la soprano Cynthia Haymon y el baritono Willard White. Como se puede ver la forma de cantar es totalmente diferente. 



Hablar sobre las diferencias entre el canto lírico y el canto popular darían para otra entrada de blog, así que de momento nos quedamos con ambas versiones y que cada uno escoja la que más le guste (yo particularmente me quedo con ambas).

Como curiosidad os traigo también esta otra versión, filmada para el cine en 1959 por Otto Preminger y protagonizada por Sidney Poitier y Dorothy Dandridge, si bien ambos actores fueron doblados en las canciones por cantantes profesionales de ópera. Miss Dandridge era una cantante reconocida, pero su estilo de canto popular no casaba bien con el resto de las voces, que procedían del mundo de la ópera. Sidney Poitier no cantaba nada, pero era un actor muy famoso por aquel entonces y se pensó que mejoraría la taquilla. La verdad es que se le nota bastante que hace playback y su rostro no encaja demasiado bien con la voz del verdadero cantante, que como curiosidad os cuento que era Robert McFerrin, el padre de Bobby McFerrin.






No hay comentarios: