Algunos de vosotros las recordaréis, porque estuvieron muy de moda a finales de los años 80, gracias a una serie de apariciones en la televisión de diversos países. Se trataba de un coro de mujeres procedentes de Bulgaria, que actuaban ataviadas con trajes típicos de su país y producían una música totalmente diferente a todo lo que hubiéramos oído antes.
Una música interpretada a capella, es decir, sin acompañamiento de instrumentos, y causaban una fascinación difícil de explicar con palabras. En el año 1990 obtuvieron el premio Grammy a la mejor grabación de música étnica o tradicional.
Aquí las tenemos en una actuación insólita en el show de Johnny Carson en la NBC americana.
A pesar de que suena bastante exótica, no deja de ser música europea, una recolección de obras del folklore búlgaro arregladas de forma audaz por compositores de dicho país para el disco "The great Voices of Bulgaria Women's Choir".
La peculiaridad del sonido de estas mujeres proviene en primer lugar de que cantan contraviniendo las doctrinas básicas de la enseñanza vocal clásica, como cantar con el diafragma y no con la garganta o elevar el paladar, etc. Eso les confiere un timbre diferente al de los coros al uso.
En segundo lugar, los arreglos son audaces, con armonías inusuales y cambios de ritmo sorprendentes que las cantantes ejecutan con aparente poco esfuerzo. Además cantan en búlgaro, naturalmente, que también hace mucho para que el conjunto parezca casi extraterrestre (sí, también los trajes ayudan)
Aquí las tenemos en color.
La música de Bulgaria no es demasiado famosa fuera de sus fronteras, y eso que tienen un himno nacional de los más bonitos. A ver si ahora que estamos con las Olimpiadas tenemos la oportunidad de escucharlo de nuevo. Mientras tanto vamos a oír la versión de nuestra cantante favorita Jaimina Johnston para su álbum "The World Project".
En segundo lugar, los arreglos son audaces, con armonías inusuales y cambios de ritmo sorprendentes que las cantantes ejecutan con aparente poco esfuerzo. Además cantan en búlgaro, naturalmente, que también hace mucho para que el conjunto parezca casi extraterrestre (sí, también los trajes ayudan)
Aquí las tenemos en color.
La música de Bulgaria no es demasiado famosa fuera de sus fronteras, y eso que tienen un himno nacional de los más bonitos. A ver si ahora que estamos con las Olimpiadas tenemos la oportunidad de escucharlo de nuevo. Mientras tanto vamos a oír la versión de nuestra cantante favorita Jaimina Johnston para su álbum "The World Project".
No me resisto a poner la letra original y su traducción al español:
Gorda Stara planina,
do ney Dunava siney,
sluntse Trakia ogryava,
nad Pirina plameney,
Pripev:
Mila Rodino,
ti si zemen ray,
tvoyta hubost, tvoyta prelest,
ah, te niamat kray.
Querida patria Orgullosa Montaña Vieja,
al lado del Danubio azul,
el Sol ilumina Tracia,
brillando sobre el Pirin.
Estribillo:
Querida Patria,
eres un paraíso terrenal,
tu belleza y tu encanto,
ah, no tienen fin. (bis)
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